Me siento a esperar.
Me siento. A veces no me gusta lo que escucho.
(Me quedé sin cigarrillos. Advierto.)
El Youtube está en pausa y su quietud hace juego conmigo.
La música juega con mis inquietudes como quiere, no es nuevo.
Y el silencio me gana.
Compito con palabras que no existen más que dentro mío.
O ni siquiera eso.
De a poco, en hilerita, pasan las agujas del reloj.
Algunas se me clavan en la sien como un haraquiri del
tiempo.
Realizo acciones virtuales.
Verbos que antes no existían.
Añoro aquellos días y olvidé las noches.
Estoy a millones de horas de todo eso.
Siguen pasando los minutos, algunos se quedan.
Voy a dormir. Un vez más.
Como todos los días.
Que soñar despierta es cosa de princesas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario