Hace medio año que no voy.
Con nadie.
Con nadie.
Hace medio año que vos.
No me interesa ninguno que no tenga tu nombre.
Ni tu naif manera de insultar.
Ni tu rechazo constante.
(Es constante. En un valor de tipo.
Permanente. Que no puede modificarse.
Al menos no dentro del contexto o situación en la cual está.)
Ya no te esperan muchas de las personalidades que conviven
en mi.
Pero hay algunas más fuertes, pacientes y utópicas.
Como en todos los demás, no soy especial.
No soy especial, para vos.
Pero las partículas de mi cuerpo acuerdan todas en algo más
que en ser yo.
Que estés bien, conmigo.
Con otra.
Con alguien.
Solo.
Sólo conmigo. (Ya sé que no es opción)
Que descanses y duermas bien.
Yo sigo soñando con vos, sabiendo que con los ojos cerrados
no se puede mirar.
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